Busca Otras Publicaciones

08 marzo, 2010

Un Nuevo Crimen....

Me hablas, estás frente a mi, pero ya no puedo oírte. Mi alma viaja a otro tiempo, a otro momento, a un lugar que absolutamente nadie conoce, al interior de mi propio ser, me pierdo allí, y puedo verme, como quien ve de lejos a un amigo... 

.... 
Silencio. Solo silencio. 

Una tenue luz que se escapa por el contorno de una puerta mal cerrada, allá a lo lejos. Donde parece tener fin este largo corredor. 

Sus pies encajan perfectamente en las huellas dejadas por esta misma historia, conjugada en algún pasado no tan pasado, o tal vez si, en fin, el tiempo no es mas que una cuestión de percepción y en este momento, solo se percibe el silencio. 

Un puñal en su mano, que apenas refleja el brillo en su hoja opaca de sangre seca de otras guerras, de otras penas, de otros crimines semejantes a este, que por ridículo que suene, está por volver a cometer. 

La velocidad de sus pasos disminuyen, apenas apoya sus pies en el suelo. Busca evitar todo sonido para no alertar a su victima aunque, en su interior, entiende tan bien como yo, que ambos saben lo que va a suceder. 

De pie junto a la puerta, contiene su respiración casi hasta el desmayo. Su mano izquierda sujeta fieramente la afilada daga, mientras que su mano derecha, apenas mueve la puerta, centímetro a centímetro, pulgada a pulgada, como si esta pesara toneladas. 

La abertura es suficiente, y su sagaz figura se desliza al interior de la habitación, la tenue luz nace del centro mismo del cuarto, y parece querer desvanecerse poco a poco. 

- Has tardado demasiado – dice una voz que sale del mismo centro de la luz – si lo comparas con otras veces, has tardado demasiado. 

Justo cuando su mente comenzaba a elaborar las mas complejas conjeturas, di un paso mas hacia la vos, y pudo verlo al fin. 

Sentado sobre una gastada alfombra, esa tan familiar figura, estruja entre sus dedos algo que parece una foto y pasa, una y otra vez, una empapada servilleta por lo que simula ser su rostro. 

La imagen era distinta a la que guardaba en mi memoria, los colores de aquel ser parecían haber desaparecido, y solo quedaba un triste y gris contorno a su alrededor. 

La luz, que tal cual supuso al entrar, irradia del cuerpo de el tembloroso ser y no del suelo donde se encontraba, se extinguía lentamente, segundo a segundo. 

- Vamos, se que no dirás nada, nunca dices nada – dijo nuevamente la criatura inmóvil frente a el. 

Se acercó y lentamente se coloco de rodillas a su espalda, con su puñal firme, como si todo en este mundo dependiera de ello. 

Acarició suavemente con su mano derecha sus cabellos, y acerco su boca a sus oídos. 

- Perdóname – susurró – una vez mas, perdóname. 
- Sabes que no es necesario, pero tendrás que aprender algún día, no puedes pasarte toda la vida repitiendo este ritual, una y otra vez, ¿cuántos crímenes mas necesita tu espada para saciar su sed? 
- No lo ago por diversión y tu lo sabes. 
- Lo haces por tu bien, lo se, pero podrías encontrar tu bien en algún otro camino 
- Es verdad... 
- A demás – lo interrumpió – ya me estoy cansando de morir así. 
- Yo también, créeme. 


Y sin mas, en un rápido movimiento su mano derecha se trenzó contra su boca al mismo tiempo que su izquierda hundía la opaca hoja de metal en su pecho. 

Un débil gemido se escapó entre sus dedos pero el eterno silencio volvió de inmediato a llenarlo todo. Permaneció así unos segundos, hasta que la respiración de su victima se detuvo por completo. 

La luz termino de extinguirse y todo se volvió penumbras. 

El calor de la sangre en su mano aún presionando contra su pecho, la temperatura que descendía bruscamente y sus ojos, que pese a todos sus esfuerzo, comenzaron a llover. 

Agua con sal en el rostro, un nudo que aprisiona su garganta y esas terribles ganas de gritar, eso que nunca pudo gritar, y que desde la primera vez que mato así al amor, le oprime el pecho como lo hacen las peores penas, cuando no las dejamos penar. 

.... 

Tu voz me trae de vuelta, la imagen se extingue conforme el sonido de tu vos se aclara, me miras y lloras... la misma pregunta de siempre, tu necesidad de entender sin razón... 

- No te Amo – es mi respuesta... 

Sigues hablando, tu vos se pierde nuevamente. 

Eso es todo, el crimen está completo. 



{Porque el Amor Cuando No Muere Mata...} 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario!